Escobar Barbero, Crédulo Marcelino

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Escobar Barbero, Crédulo Marcelino

Cargo: Afiliado Agrupación Socialista de Cuenca

Nacimiento: 19/4/1889, La Unión de Campos, provincia de Valladolid

Fallecimiento 7/11/1972, Valladolid, provincia de Valladolid

Biografía:

Maestro. Ingresó en la Escuela Normal Superior de Maestros de Valladolid el 19 de septiembre de 1905, obteniendo el grado superior cuatro años más tarde. Tras varios destinos, y experiencias relacionadas con escuelas graduadas, beneficencia y la educación de adultos, llega a Cuenca en 1918, meses antes de que otro maestro, en este caso de Escuela Normal, Rodolfo Llopis, aterrice en la misma ciudad. Quizá fue en los meses que median entre la llegada de este último cuando conoció al también maestro conquense, aunque de Instituto, Juan Jiménez Cano (que solía firmar como Juan Giménez de Aguilar). Con el tiempo, entre los tres se estableció una relación de amistad que nos explica cómo fueron ellos, y no otros, los que iniciaron y conformaron el triángulo masónico Electra, posteriormente convertido en logia con la participación de otros miembros: Francisco Delgado del Hoyo, Aurelio López-Malo Andrés, Ángel Sánchez Villacañas, Felipe de la Rica y Aurelio Almagro Gracia. Es interesante resaltar cómo dentro de este círculo masónico solamente Llopis y Escobar llegaron a obtener el grado de Maestro. Al igual que muchos de sus correligionarios, en especial Llopis, Giménez de Aguilar y Aurelio Almagro, Crédulo M. Escobar también actuó como periodista, asociacionista y semilla del socialismo conquense durante la década que vivió y trabajó en dicha ciudad. Escribió en periódicos profesionales (El Magisterio Conquense), órganos asociacionistas (La Lucha, Vida Nueva) y de otra índole (Electra) siempre en defensa de la clase obrera y con marcado tinte anticlerical. Gracias a ellos, aunque normalmente eclipsados por el posterior éxito de Llopis, el socialismo conquense vivió un significativo impulso a finales de la segunda década del siglo pasado. Impulso que terminaría con la marcha de Llopis tras ser nombrado Director General de Primera Enseñanza con el advenimiento de la II República pero también meses antes, durante el verano de 1930, con la marcha de Crédulo M. Escobar a un nuevo destino: Madrid, Director de la escuela graduada de Vallecas Doña Carlota, Grupo E, “Adolfo Salvador”. Aparte de sus compromisos profesionales con el Magisterio y sus dedicaciones altruistas, Escobar Barbero participó activamente con las sociedades obreras La Aurora y La Fraternal, llegando a pertenecer a la Junta de la primera de ellas en varias ocasiones, como revisor de cuentas, secretario e incluso tesorero. Sus actividades, sin embargo, no se limitan al ámbito regional. A principios de 1931, poco antes de la celebración del Congreso de la Asociación General de Maestros (AGM), filial de la UGT que precedió a la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (FETE), participa como contador en una Junta Directiva presidida por Rodolfo Llopis. Cargo que renovaría tras suceder a Llopis en la presidencia Dionisio Correas. El compromiso socialista de Crédulo M. Escobar queda en evidencia cuando tras la muerte de Pablo Iglesias, junto al ya mencionado Ángel S. Villacañas y Francisco Delgado y en representación de los socialistas, se desplaza a Madrid para realizar, según sus propias palabras, una “ofrenda al maestro”. Su vivencia quedó por escrito en uno de sus artículos: “Imponente, grandiosa ha resultado la manifestación de duelo tributada a la memoria de Pablo Iglesias. El corazón del pueblo, el alma del pueblo, tan sensibles al dolor, siguieron paso a paso, hasta la última morada, al hombre que se sacrificó por un ideal noble y generoso. No es posible describir la impresión moral que causaba la visión del compacto mar de gente que, con el más profundo silencio y con el pensamiento puesto en el Maestro, seguía al cadáver de éste, en señal de cariño y admiración.” (citado en González-Geraldo, 2015, p. 78). En febrero de 1936 su nombre y firma aparecen junto a un manifiesto que bajo el título “Frente Popular. A todos los maestros de España”, incitando al profesorado para actuar en estos momentos críticos de nuestra historia. El desenlace es conocido y nuestro maestro pasó en presidio largos años hasta que en 1945 sale en libertad y vivió durante una temporada en Torrescárcela para terminar trasladándose a Madrid y posteriormente a Valladolid, ciudad donde acabó sus días en 1972.

Fotografía: Archivo fotográfico FPI

Fuentes:

AZPEURRUTIA. Escucha, niño (1931); J. L. GONZÁLEZ GERALDO. El despertar de Prometeo: Semblanza del Maestro Crédulo M. Escobar (1889-1972). – Cuenca: Publicaciones del Ateneo de Cuenca, 2015.