Barbón Martínez, Emilio Nicolás

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Barbón Martínez, Emilio Nicolás

Cargo: Militante de la organización clandestina en Asturias

Nacimiento: 26/5/1930, El Rebolloso-Pola de Laviana, provincia de Asturias

Fallecimiento 14/6/2003, Pola de Laviana, provincia de Asturias

Biografía:

Abogado. Su padre era un minero socialista que sufrió la represión después de la guerra civil incorporado a un Batallón de Trabajadores hasta 1941, momento en que la familia se trasladó a Barredos (Laviana) en cuya escuela aprendió Emilio las primeras letras. Poco tiempo después de llegar a dicha localidad, su madre fue llevada al campo de concentración de Figueras de Castropol (Asturias), en el que permaneció durante siete meses por esconder a un “huido”. Emilio padeció una parálisis infantil que le dejó dependiente de las muletas para toda la vida. Becado por la empresa Duro Felguera y la Caja de Jubilaciones de la Minería, estudió el bachillerato en una academia de Sotrondio entre 1945 y 1952 y la carrera de Derecho en la Universidad de Oviedo desde 1952 a 1957. Sus inquietudes políticas surgieron cuando apenas tenía 15 años, escuchando las tertulias de los mineros en el bar de Tomás Blanco. Aunque su contacto con la organización socialista clandestina se produjo a comienzos de los años cincuenta, no fue hasta julio de 1957 que se incorporó a las mismas. Conocido clandestinamente con el nombre de “Nicolás”. Representó a la zona de Barredos-Laviana en el Comité de la Federación Socialista Asturiana del PSOE y después de la redada de 1960 ejerció como coordinador de las organizaciones socialistas de Asturias hasta que en abril de 1962 se constituyó el Comité Regional de la FSA, siendo elegido presidente del mismo y en el que Pedro León fue secretario, Luis Fernández Roces, tesorero y Herminio Álvarez, Avelino Pérez, Manuel Mondelo y Manuel Martín Rueda miembros del mismo. Su despacho laboralista en Laviana sirvió de tapadera para las actividades de la UGT y del PSOE. Su autoridad y prestigio se acrecentaron por su capacidad de liderazgo durante los conflictos mineros de 1962 y 1963. Asimismo, creció su relevancia e implicación social como abogado de causas difíciles (detenciones y despidos laborales por motivos políticos). En estos años también ejerció responsabilidades en la Asociación Nacional de Inválidos Civiles, de la que fue delegado provincial en 1963 y 1964. En agosto de 1967 fue elegido presidente de la FSA y en septiembre secretario del Comité Provincial de la UGT. A finales de ese año fue detenido y procesado con posterior sobreseimiento de la causa. Con la llegada a Asturias desde Bélgica de Agustín González, se puso en marcha un periodo nuevo para la organización socialista y en la constitución a finales de 1969 del Comité de la FSA, Emilio fue el encargado del aparato de propaganda, asegurando la salida regular del periódico Adelante. En estos años realizó frecuentes viajes a Francia para entrevistarse con la Comisión Ejecutiva del PSOE y la UGT en el exilio y para asistir a los Congresos de ambas organizaciones. En octubre de 1974 estuvo presente en el XIII Congreso del PSOE en el exilio celebrado en Suresnes-París. Volvió a ser detenido en Madrid en 1975 y conducido a la Dirección General de Seguridad, durante la manifestación convocada en el cementerio civil para rendir homenaje al fundador del PSOE y de la UGT, Pablo Iglesias. Fue delegado por la Federación Socialista de Asturias al XXVII Congreso del PSOE celebrado en Madrid en diciembre de 1976, siendo secretario de actas de la mesa del mismo. Secretario general de la UGT de Asturias desde mayo de 1976 hasta abril de 1977 que se incorporó al Comité Ejecutivo de la FSA como secretario de Relaciones con otras Fuerzas. Posteriormente desempeñó el cargo de vocal de la misma. Fue elegido diputado por Asturias en las primeras elecciones generales de la democracia celebradas en junio de 1977. Al dejar las Cortes fue diputado en la Junta General del Principado de Asturias y Consejero de Trabajo y Acción Social, en el ente preautonómico de la Comunidad asturiana y en el primer Gobierno autónomo que presidió Rafael Fernández (1982-1983). Al abandonar el cargo se dedicó a la abogacía en su despacho en Pola de Laviana hasta que, en mayo de 1989, fue nombrado magistrado de la Sala Civil-Penal del Tribunal Superior de Justicia como jurista de reconocido prestigio, nombrado por el Consejo del Poder Judicial, desempeñando dicho cargo hasta el 21 de mayo de 1999 que se jubiló. Formó parte del Patronato de la Fundación José Barreiro desde enero de 1992 hasta su fallecimiento en 2003. Entre los numerosos galardones y reconocimientos a su trayectoria, cabe destacar la Orden del Mérito Constitucional (1988), la Medalla de la Junta General del Principado (1992), la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil (1998) y, a título póstumo, la Medalla de Asturias en su categoría de Oro (2003). Falleció en Pola de Laviana el 14 de junio de 2003.

Fotografía: Archivo fotográfico FPI

Fuentes:

Archivo PSOE (FPI); Documentación Manuel Muiño Arroyo (AMMA 127-6/FPI); El País 15.VI.2003; F. TRINIDAD. Emilio Barbón: el triunfo de la voluntad. – Oviedo: KRK, 2007; A. FERNÁNDEZ PÉREZ. Tiempos heroicos…, pp. 142 a 144 y Protagonistas de la Transición…, p. 149; Parlamentarios asturianos de 1977. La Transición en Asturias: de la Dictadura a la Autonomía…, pp. 61 a 64 y 164