Roa García, José

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Roa García, José

Cargo: Concejal por Pamplona

Nacimiento: 20/4/1887, Pamplona, provincia de Navarra

Fallecimiento 26/1/1937

Biografía:

Pamplona (Navarra) 20.IV.1887 [?] 26.I.1937
Carpintero. Entre 1915 y 1918, al menos, fue presidente de la junta directiva de “Unión Obrera”, sociedad de socorros mutuos fundada a finales del XIX. En enero de ese último año puso las tres tiendas de la entidad a disposición del Ayuntamiento de Pamplona para contribuir a terminar con los abusos (falta de peso, mala calidad, etc.) que se cometían en el abasto de comestibles. En 1923 estaba afiliado a la Sociedad de Carpinteros de la UGT de Pamplona. Perteneció al PSOE, aunque no se sabe desde cuando.
El 5 de abril de 1931, en representación de la Federación Provincial de Sociedades Obreras de Navarra, firmó la convocatoria para un mitin unitario de izquierdas).
Fue miembro de la Comisión Gestora del Ayuntamiento de Pamplona, que de forma transitoria gobernó la ciudad entre el 14 de abril y el 5 de junio de 1931. En 1934 era de la comisión de la sección pamplonesa de la Cooperativa Española de Casas Baratas “Pablo Iglesias”.
Fue detenido a las tres de la tarde del 19 de julio de 1936 en el Bar Úriz de Pamplona por un grupo de personas de entre las cuales reconoció a algún destacado falangista local. Permaneció ocho días en la cárcel de Pamplona y fue enviado al fuerte de San Cristóbal, donde sufrió malos tratos. Estuvo tres días de pie en una fosa semianegada, acusado de haber silbado “la Internacional”. En una de las visitas de su hija Aurora, la cual fue diariamente al fuerte durante el periodo de detención para llevarle comida, le dijo que había sido golpeado por personas que conocía. Tras seis meses en el fuerte, fue fusilado el 26 de enero de 1937.
En mayo el juez encargado del Registro Civil de Pamplona inició los trámites de la inscripción de su defunción y lo anunció en el Boletín Oficial Provincial de Navarra. (26-V-1937), requiriendo que en ocho días se presentaran en el Juzgado cuantos pudieran dar noticias de él “que se dice desaparecido de su domicilio el día 19 de Julio último, suponiendo que falleciese en el mes de Enero último”.
Su hijo Luis Roa Lasa, afiliado a las Juventudes Socialistas. Al comenzar la guerra civil, fue detenido poco después que su padre, entre los días 20 a 22 de julio, en su propio domicilio. Estuvo aproximadamente siete meses en la celda número 20 de la cárcel de Pamplona, junto a unas cien personas más. Por entonces los fusilamientos de encarcelados, incluso por grupos, eran frecuentes, pero él logró salir de la cárcel por la mediación del capellán de la misma, Después, sintiéndose inseguro, se escondió en unas propiedades de Mateo Latasa, primo de su madre, situadas en una zona de huertas del actual barrio de San Juan de Pamplona.
En enero de 1938 cruzó la frontera por el valle de Baztán (Navarra), tras el pago por parte de su madre de 500 pesetas a un grupo de Pamplona que operaban como contrabandistas, realizando viajes con grupos de unas seis personas hasta la zona de Elizondo, donde otros los conducían hasta Francia. En este caso los huidos se vieron solos y anduvieron a la deriva hasta cruzar la frontera sin que se conozcan otros detalles tales como la fecha o lugar exactos de la evasión. Desde Francia se dirigió a Barcelona, donde estuvo hasta el final de la guerra. En la ciudad condal, y sin que se sepa cuándo, se encontró con su hermano Pablo, que convalecía en un hospital.
Al final de la guerra volvió a salir del país por Cataluña. En Francia fue confinado en el campo de refugiados de Gurs, donde se encontró con paisanos de Pamplona apellidados Eslava, Urdiroz, y otros.
Refirió a sus allegados que los refugiados dormían en los nichos de un cementerio para protegerse del frío y que él mismo llegó a vender algunas piezas de oro de su dentadura para poder comer. La salida del campo de refugiados se produjo gracias a la mediación de los hermanos José y Salvador Goñi Urriza.. Este último, con la colaboración de Pablo Neruda, consiguió contratos de trabajo para una industria papelera que se iba a instalar en Chile y organizó un viaje para llevar refugiados. Por su parte, José Goñi solicitó en el citado campo trabajadores con conocimientos en ese ramo. Entonces el citado Eslava, que tenía experiencia en tal industria, reunió a 40 paisanos y amigos (entre ellos Luis) y sin esperar la llegada de José Goñi, el grupo salió del campo y, por sus propios medios, incluso a pie, llegó al puerto de Le Havre, donde se encontraron con aquél. El barco en el que zarparon fue uno de los últimos que pudo salir de dicho puerto antes de ser ocupado por los alemanes.
Durante el viaje, a mediados de diciembre de 1939, el navío se vio envuelto en la conocida batalla del Río de la Plata frente a las costas uruguayas, entre el crucero pesado “Exeter” y dos cruceros ligeros, todos ellos de bandera inglesa, y el crucero alemán “Graf Spee”. Durante el combate el barco de refugiados fue utilizado a modo de “escudo humano” por los contendientes, aunque no llegó a sufrir daños. Por tanto, pudo llegar a Uruguay, y posteriormente a Argentina, donde desembarcó Luis, para proseguir viaje en tren hasta Santiago de Chile.
Por motivos desconocidos el objetivo de promover y sacar adelante la industria papelera no se materializó y cada uno de los llegados en el viaje fue tomando su propio rumbo en Chile. Luis trabajó como tallista, primero en un taller y posteriormente de forma autónoma. Se casó tuvo tres hijos, de los cuales viven dos. Su esposa murió en noviembre de 2000 en Santiago de Chile.
Otro hijo, Pablo Roa Lasa (Pamplona, 29-VI-1915/ Tamarite de Litera, 2-IV-1938), no perteneció a ningún partido político. Al estallar la guerra cursaba 2º de Derecho en la Universidad de Zaragoza de forma no presencial, presentándose a los exámenes libres mientras trabajaba en la Agrupación de Jurados Mixtos de Pamplona. Por su edad, le correspondió incorporarse al servicio militar en 1936. Tras examinarse en Burgos, partió para el frente con el grado de alférez. Al poco tiempo, aunque no se sabe con exactitud cuándo, se pasó al bando republicano con material y tropa a su mando en el frente de Aragón. Fue ascendido al grado de teniente y cayó enfermo tras tener que mandar un pelotón de fusilamiento. Fue enviado a un hospital de Barcelona donde, como se ha dicho, se encontró con su hermano Luis, que le pidió que no volviera al frente de guerra y que se quedara con él. Sin embargo, Pablo volvió a primera línea y murió en combate el 2 de abril de 1938 en Tamarite de Litera. [AG-SM]

Fuentes:

El exilio republicano navarro de 1939, Coordinador Ángel García-Sanz Marcotegui, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2001, pp. 554-558